Los alumnos de Latín de 4º ESO y 1º BACH fuimos a visitar todos los vestigios romanos de nuestra ciudad, Caesaraugusta. Descubrimos sus construcciones, formas de vida, costumbres, vestidos y juegos de la época.
Comenzamos en la estatua de Caesar Augusto y las murallas.
Caesaraugusta estuvo rodeada de una muralla con numerosas torres, nos enseñaron la gran labor de ingeniería y descubrimos de qué estaba hecha la argamasa extraordinariamente dura (opus caementicium).
Seguimos caminando hasta las Termas, no sin antes descubrir el Cardus Maximus y el Decumanus Maximus, calles D. Jaime y calle Mayor, respectivamente. Esperábamos encontrar el Foro en la intersección de ambos, pero curiosamente Caesaraugusta es una de las pocas ciudades romanas que no tiene esta característica.
Al llegar a las Termas vimos que están muy bien conservadas y pudimos comprender cómo era uno de los lugares de recreo y encuentro de los ciudadanos.
Por fin, el Foro, centro neurálgico y principal lugar de reunión donde se desarrollaba la vida social, religiosa, civil, política y económica de Caesaraugusta, se emplazaba junto al Puerto Fluvial, en lugar de en el cruce del Cardo (calle Don Jaime) y el Decumano (calles Mayor, Espoz y Mina y Manifestación) por la importancia del comercio fluvial en la época. Era mucho más sencillo transportar todas las mercancías desde allí.
El teatro de Caesaraugusta se construye en un solar llano, siguiendo el modelo del teatro de Marcelo, en Roma.
Durante sus más de 200 años de funcionamiento fue lugar de reunión, esparcimiento y vida social, ejerciendo un importante papel como transmisor de los valores culturales, políticos y religiosos del Imperio romano.
En época romana, el río Ebro era navegable desde Dertosa (Tortosa) hasta Vareia (la actual Logroño), y en sus orillas se desarrollaba un intenso comercio, por ello la visita al museo del puerto fluvial es obligada. Aprendimos que nuestra ciudad fue uno de los principales enclaves distribuidores de alimentos para todo el Imperio Romano.