El premio fue entregado el pasado 11 de noviembre por el director general de la Agencia Tributaria, Jesús Gascón, en un acto celebrado en la sede de la Agencia en Madrid al que asistieron también familiares y profesores de los alumnos galardonados.
Con este programa se pretende que la incorporación de contenidos de educación cívico- tributaria desde la escuela hasta la universidad ayude a los jóvenes a desarrollar un comportamiento solidario. Los tres escritos seleccionados para este concurso nacional de redacción incorporan estos mensajes y muestran la necesidad de una correspondencia ética entre intereses personales y beneficios comunes en una sociedad democrática.
¡Enhorabuena Carmen!
Aquí podéis leer su trabajo:
Imaginemos una familia, por ejemplo, la familia García que está formada por los abuelos que son pensionistas, 4 nietos (dos mayores de edad que trabajan y 2 menores de edad) y los padres de estos que también son trabajadores por cuenta ajena.
Durante una reunión familiar y ante las preguntas que los pequeños plantean sobre los impuestos, deciden que desde ese día y hasta el mismo del año siguiente, van a ir aportando en una hucha una cantidad de dinero mensual para que al concluir el año, todos se beneficien del dinero que han recogido. También establecen que sólo van a aportar los que tienen salario y la cantidad que destinen a la hucha será en función del dinero que cobran. Quien cobre más aporta más y quien tenga una nómina inferior, aportará menos.
Cumplido el año, la familia García se reúne para abrir la hucha y ver con qué cantidad de dinero se encuentran y decidir en qué van a gastarlo.
Como todos han colaborado, la cantidad es importante, así que determinan distribuir el dinero en diferentes temas, pero todos de necesidad: ortodoncia para uno de los pequeños, curso de inglés para el otro, el pago del alquiler de uno de los mayores durante 6 meses, para el otro que vive lejos del trabajo, se decide comprarle una motocicleta,… Todos quedan satisfechos con el reparto y quedan cubiertas sus necesidades.
Entonces a los pequeños que habían planteado tantas dudas sobre los impuestos hacía un año, se les da la siguiente explicación:
“Imaginaos que nuestra familia es España, y que los miembros que la formamos son los españoles. El dinero que mensualmente hemos aportado, serían los impuestos y nuestra hucha sería HACIENDA.
Cada uno ha ido aportando según era su salario y al final del año con el dinero recaudado hemos cubierto necesidades importantes y necesarias para cada uno de nosotros.
Con los impuestos que recauda HACIENDA, pasa exactamente igual. Todos los meses se retiene una cantidad llamada IRPF de la nómina de los trabajadores y una vez al año se presenta una declaración de la renta, donde si se ha retenido más de la cuenta se nos devuelve, y si ha faltado aportar algo más, se nos reclama el pago.
Una vez regularizada esa situación, el dinero que ha recaudado HACIENDA, se reparte para cubrir las necesidades públicas que tiene la sociedad. Entre ellas: Sanidad, Educación, Cultura, Infraestructuras, Pensiones,.. Y de esta manera satisfacer en la medida de lo posible a los ciudadanos.
Es un esfuerzo que realizamos todos en beneficio propio y del resto.”
Los pequeños entendieron perfectamente las explicaciones y salieron de dudas con el ejemplo que les había demostrado su familia.
Es muy importante el pago de los impuestos ya que con ello conseguimos entre todos y mediante la gestión de las Administraciones Públicas, hacer frente al gasto público que necesita nuestra sociedad.
Todos debemos estar concienciados de ello.